Este lunes 2 de septiembre inicia un diplomado en pos del fortalecimiento del nuevo modelo de gestión penitenciaria. Tiene una duración de tres meses y está dirigido a funcionarios del Ministerio de Justicia y de otras instituciones claves del sistema penal paraguayo.
Días pasados se tomó conocimiento a través de los medios, de que el Clan Rotela volvió a hacer de las suyas, esta vez en el módulo de máxima seguridad nueva de Emboscada, rompiendo cámaras del circuito de seguridad. Tenían celulares y sogas en su poder; con la complicidad de los agentes penitenciarios, como demuestran las grabaciones del circuito cerrado.
También en las últimas horas se realizaron requisas en varias penitenciarías con demasiados elementos requisados; como ser celulares en la celda de Carmen Villalba y su hermana. En Itapúa una serie de denuncias de amputaciones de dedos de Personas Privadas de Libertad (PPL) levantaron otras alertas. Definitivamente, estamos lejos del modelo anunciado por las nuevas autoridades.
Ahora se anuncia esta capacitación. El programa se estructura en dos módulos: uno básico y otro avanzado. El módulo básico se centrará en los aspectos fundamentales del sistema penitenciario, mientras que el módulo avanzado abordará los problemas prácticos que sustentan este nuevo modelo de gestión, informó el Ministerio de Justicia.
Se trata del diplomado «El nuevo modelo de gestión penitenciaria del Paraguay: Análisis del Sistema Penitenciario y Justicia Penal desde estándares internacionales», impulsada por el Centro de Estudios Judiciales (CEJ), en conjunto con el Ministerio de Justicia, a través del Instituto Técnico Superior de Educación y Formación Penitenciaria (Itsefp), con el apoyo de la Universidad Americana (UA) y la Unión Europea (UE).
El contexto de este diplomado se enmarca en las nuevas políticas impulsadas por el Ministerio de Justicia que busca la incorporación de este nuevo modelo de gestión con varios enfoques clave: control riguroso de las penitenciarías, reforma de leyes, capacitación de nuevos agentes penitenciarios, apertura de cárceles de alta seguridad y el fortalecimiento de programas de reinserción social y laboral para reducir la reincidencia.
Por ahora, las penitenciarías son muy vulnerables. Si entran las drogas, los celulares; es por la complicidad de los agentes penitenciarios. Ya se tienen nuevas infraestructuras. Pero no van a servir para mejorar, si no mejora la calidad de los agentes penitenciarios. Sigamos capacitando, no hay otra solución.
FUENTE: RCC
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